Jesús González
Chetumal. – A pocas horas que la XVII Legislatura de Quintana Roo quede instalada, las negociaciones por la coordinación del grupo legislativo de Morena siguen sin concretarse, lo de da muestra que la supuesta unión dentro de la bancada es falacia.
Marybel Villegas Canché, senadora con licencia y actual diputada electa por la vía plurinominal, ha levantado la mano para obtener la coordinación del grupo legislativo y tener el pase directo a la presidencia de la Junta de Gobierno y Coordinación Política (Jugocopo) durante el primer año de ejercicio constitucional.
Aunque la ley permite que pudiera cederle el paso al partido Verde y quedarse con la mesa directiva, al final a uno u otro partido le corresponderá presidir esos espacios de poder político, administrativo y legislativo en el congreso local.
Sin embargo, sabedor que Marybel Villegas Canché tiene un largo colmillo y un amplio capital político y que las negociaciones con el grupo afín a la gobernadora electa, María Hermelinda Lezama Espinosa no son tan tersas como presumen, analiza si le convendría obtener la presidencia de la Jugocopo a partir de septiembre de este año.
Esto, porque su actuar a lo largo de varios años del sexenio del todavía gobernador, Carlos Joaquín González, fueron de críticas, señalamientos e incluso acusaciones de presunta corrupción; dentro del paquete también incluyó al actual presidente de la Jugocopo, el panista, Eduardo Martínez Arcila, al grado de presentar denuncias ante la Auditoría Superior del Estado.
Pero a la fecha no ha pasado nada y el acuerdo entre el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador y Carlos Joaquín González es más que claro, al grado que ya ha sido confirmado la invitación y próxima incorporación del mandatario estatal al gobierno federal.
Con esto, Marybel Villegas, tendría que analizar si desempolva tales denuncias o aplica el «abrazos no balazos y amor con amor se paga»;lo que representaría un duro golpe a su imagen de «justiciera y defensora del pueblo sabio».
La diputada electa, ya probó que el pueblo no perdona, ni olvida, cuando promovió la consulta pública contra Aguakan, fue duramente criticada porque formó parte de la legislatura cuando se le otorgaron tantos años de concesión en el manejo y distribución del agua potable.
Ahora, si se empeña en coordinar la bancada de Morena y presidir la Jugocopo, al menos el primer año, estaría obligada moralmente a escudriñar las finanzas públicas que deja Carlos Joaquín González, a presentar denuncias si encuentra algo turbio en el Poder Ejecutivo y Legislativo y cumplir su palabra que tantos votos le generó en la contienda federal y que también sirvió para llevar sin ser candidata de mayoría relativa a obtener un importante número de sufragios para el parido guinda y aliados.
¿Será que Marybel Villegas asuma la presidencia de la Jugocopo y cumpla con lo señalado meses previo a la contienda electoral o dejará pasar la oportunidad y como lo ha hecho, trazará una mejor línea política a futuro?.
Eso solamente ella y el tiempo lo dirán, pero hasta ahora, la espera para que surja «humo blanco» del grupo legislativo de Morena ha sido la más larga y deja en entredicho que los pactos y acuerdos previos ya no se están respetando y deja en la incertidumbre no solamente al personal dentro del Poder Legislativo, también a la población que espera una verdadera transformación positiva en el congreso local.